Kristian Aguilar quiere devolverle el filo al pop

En “El Reino del Revés”, el nuevo disco de Kristian Aguilar se incluye el Manifiesto del Terrorismo Pop.


Por Sebastián Huerta Viurcos

En entrevista para IndieMOV el cantante aseguró que el género pop ha perdido la credibilidad y sólo se revuelca en pantanos de conformismo. “Por eso, en el Terrorismo Pop se permite todo tipo de licencia; no hay moral, ataduras sociales o culturales. Eso nos permite (aparte de que enoja a varios) visualizar otras cosas como creativos”.

Pareciera algo sencillo y que se sobreentiende, pero de acuerdo con Kristian Aguilar, los cancionistas no son libres cuando escriben, “siguen prisioneros de barreras y tabúes. Con este Manifiesto invito a que rompamos con lo establecido a la hora de crear canciones pop y letras. Ir más allá”.

De esta manera, el Terrorismo Pop se alimenta de lo que Aguilar ve a su alrededor; no obstante, se mantiene lejos de cuestiones personales. “Me aburre ponerme confesional. Hacer canciones no es una terapia para mí, no la necesito, ya soy feliz creando algo de la nada, entonces trato de fijarme en otras personas, lo cual a veces no es un viaje demasiado agradable. Hay mucha belleza a nuestro alrededor, pero también hay mucha mierda. Intento no perder la vista de ninguno de esos mundos”.

Kristian Aguilar ha hecho canciones bastante románticas y simples, pero también canciones burlándose de niños con síndrome de down, de que le gusta la zoofilia o de salir a prenderle fuego gente de piel diferente. “Al fin y al cabo, es una actuación y a mí me gusta jugar con eso. Creo que es importante aportar y comprometernos como creativos y hablar de todo y todas las piezas del tablero social. De eso también se trata un poco el Terrorismo Pop”.


En lo creativo estamos del carajo


El Iconoclasta del pop afirma que lo más difícil en el circuito musical es la lucha por figurar, “contonearte en un escenario y prostituirte mejor que tus vecinas”.

Asimismo, considera que el ambiente no es muy sano y ha empezado a bajarse de eso; dejar que se maten a base de uñas, barbas relucientes y bajos a la Joy Division, y entonces ha creado su ruta y se ha dedicado a componer y ser prolífico, en lo posible.

Respecto a la situación actual de la escena musical mexicana, Aguilar asegura que en lo creativo está “para el carajo. Escucho mucha música independiente por mi trabajo y estoy muy al tanto. Digo, no me sorprende; en México, (en el rock) no hay una escuela de grandes cancionistas, no la hubo…. a diferencia de España, Chile o Argentina. Y eso lo ves ahora. La mayoría de las bandas están más preocupadas en qué efectos poner, qué tan inglesa es tu batería o tu camisa y qué tanto volumen tiene para la radio.

“Cuando hay ciertas fusiones con lo tradicional, la cosa se pone mejor; más auténtica y orgánica. Pero cuando las bandas intentan copiar a Arctic Monkeys o a St Vincent (varias damitas del under lo intentan, aunque en lo único que se parecen es en su pose pseudo sexy) se degrada un poco la identidad de un rock mexicano propio”, compartió el productor terrorista.

Lo que mantendrá ocupado a Kristian Aguilar en los próximos meses será una modesta difusión de “El Reino del Revés”, una sola presentación oficial en algún lugar céntrico y posteriormente la remezcla de un viejo EP (“Paria”) y un disco nuevo conceptual acerca de la figura y obra de Alejandra Pizarnik, sólo con piano y voz, muy influenciado por la música contemporánea y Ryuichi Sakamoto.

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